Microsoft transformó la manera en que millones de personas accedieron a internet gracias a la creación y difusión de Internet Explorer, un navegador que simplificó la conexión al mundo digital desde mediados de los años noventa. Al incluirlo en Windows 95, Microsoft facilitó el acceso al internet para usuarios y empresas, eliminando barreras técnicas y promoviendo la familiaridad con la navegación. Este navegador no solo permitió explorar sitios web, sino que también abrió la puerta a servicios interactivos, foros, blogs y los primeros intentos de redes sociales, marcando un antes y un después en la experiencia digital. Internet Explorer incorporó innovaciones como soporte para hojas de estilo, mejorando la funcionalidad y la apariencia de los sitios web, mientras que las actualizaciones constantes reforzaban la seguridad. Su interfaz amigable convirtió al ordenador personal en una herramienta indispensable para el hogar y la oficina, consolidando a Microsoft como líder tecnológico. Con cada versión, la compañía acercó el acceso al internet a más personas, fomentando la alfabetización digital y la adopción masiva del medio. La accesibilidad y compatibilidad con múltiples plataformas posicionaron a Internet Explorer como el navegador predominante de su época. A través de esta estrategia, Microsoft sentó las bases de la transición hacia experiencias de navegación más avanzadas y modernas.
La democratización del internet por parte de Microsoft tuvo un impacto profundo en la sociedad, permitiendo que personas de distintos contextos accedieran a información, educación y servicios digitales que antes estaban fuera de su alcance. Internet Explorer facilitó la comunicación global mediante correos electrónicos, chats y foros, conectando a individuos, comunidades y empresas de manera inédita. Este acceso masivo impulsó la alfabetización digital y fomentó la creatividad, dando lugar a blogs, contenido multimedia y las primeras redes sociales. Las pequeñas empresas y emprendedores pudieron llegar a mercados más amplios, mientras que los estudiantes y profesionales aprovecharon recursos educativos y herramientas de investigación en línea. La disponibilidad del navegador en múltiples plataformas redujo la brecha tecnológica entre distintos sectores de la población, ampliando la participación económica y social. Al integrar la web en la vida cotidiana, Microsoft sentó las bases para una economía digital emergente, donde la información y los servicios online se convirtieron en elementos esenciales. La expansión del acceso a internet también incentivó la innovación tecnológica, ya que más personas podían interactuar, experimentar y desarrollar nuevas soluciones digitales. La estrategia de Microsoft no solo transformó la forma en que navegamos, sino que también contribuyó a una sociedad más conectada, informada y productiva.