La relación económica entre México y Estados Unidos se ha consolidado como una de las más relevantes a nivel global, sustentada en una integración productiva que se ha profundizado en la última década. La economía mexicana se ha vuelto indispensable para el abastecimiento industrial estadounidense, especialmente en sectores como el automotriz, electrónicos, maquinaria y bienes de consumo. Esta interdependencia ha permitido que México se mantenga como uno de los socios comerciales más importantes de Estados Unidos, reforzando su posicionamiento en medio de la reconfiguración de las cadenas globales de suministro.

Fuente: Elaboración propia con datos de CEPAL y proyección de la Secretaria de Economía de México
El avance reciente en mecanismos de facilitación comercial, mejoras fronterizas y acuerdos complementarios entre ambos países también contribuye a fortalecer esta tendencia. Las nuevas disposiciones de reconocimiento mutuo para exportadores certificados, así como la modernización de cruces estratégicos, han reducido tiempos de procesamiento y han elevado la competitividad de las cadenas productivas. En este entorno, los sectores vinculados a manufactura avanzada, autopartes, semiconductores y dispositivos médicos han ganado relevancia como receptores de capital extranjero y como ejes centrales del futuro industrial de la región.









