LEGO ha demostrado que innovar no siempre significa cambiarlo todo, sino saber cuándo y cómo reinventarse sin perder la esencia. Desde sus inicios en los años 1930, la empresa buscó soluciones creativas ante desafíos complejos, como el uso de plástico cuando la madera escaseaba tras la guerra. La creación de su sistema de encaje patentado marcó el inicio de una nueva forma de jugar y construir, sentando las bases para décadas de crecimiento. Sin embargo, en los años 90, la compañía cayó en la trampa de seguir demasiadas tendencias sin una dirección clara, lo que casi la lleva a la bancarrota. Fue entonces cuando LEGO entendió que debía volver a enfocarse en lo que hacía única su propuesta, fomentar la imaginación a través de la construcción. Al reconectar con sus productos principales y lanzar sets inspirados en franquicias populares, logró estabilizarse y recuperar su espíritu creativo. Esta decisión fue clave para abrir nuevas oportunidades de innovación sostenible.
Innovación sostenible: el regreso a las raíces de LEGO
Con una base más sólida, LEGO dio un paso más allá al invitar activamente a sus seguidores a formar parte del proceso creativo. A través de programas como lluvias de ideas, los Embajadores de marca y la plataforma LEGO Ideas, transformó la retroalimentación en una fuente constante de innovación colaborativa. Este modelo de innovación abierta no solo generó ideas frescas, sino que fortaleció el vínculo emocional entre la marca y sus consumidores. LEGO entendió que sus clientes no eran solo consumidores, sino también aliados creativos capaces de enriquecer el producto final de la empresa.
La innovación colaborativa de LEGO: cómo conectar con los consumidores
Además, fomentó internamente una cultura donde todos los empleados podían aportar ideas, sin importar su rol. Al integrar voces externas e internas, LEGO creó un ecosistema de innovación que sigue evolucionando. Su historia demuestra que la verdadera innovación no se trata solo de tecnología, sino de construir conexiones, escuchar con intención y adaptarse constantemente a las preferencias de sus compradores.